Cultura del café
Café Frío y Café Helado: Cuáles son sus Diferencias y cómo Prepararlos en Casa
Aunque a simple vista parecen similares, el café frío y el café helado son bebidas con preparaciones y sabores distintos. Hoy, en Somos El Café te revelamos las principales diferencias y te enseñamos cómo prepararlos. ¡Descubrí cuál será tu favorito!
El consumo de café como infusión ha mostrado un notable crecimiento en los últimos años, con un promedio de 208 tazas por habitante al año, según datos de la consultora Kantar, evidenciando la fuerte presencia del café en la mesa de los argentinos.
Debido a esto, cada vez más las empresas líderes de café, como Lavazza, apuestan a la diversificación de su oferta para satisfacer a un consumidor cada vez más exigente. Se disfruta caliente, pero también frío. Entre las opciones, encontramos el café frío y café helado.
Café Frío y Café Helado: ¿Cómo se preparan?
Aunque se pueden confundir, el café frío y el café helado no son lo mismo. A continuación, te contamos las principales diferencias.
El café frío o cold brew se prepara infusionando el café con agua fría, la extracción se realiza a temperatura ambiente por un tiempo aproximado de 24 horas. Vas a necesitar:
Café molido (molienda gruesa) 22 gramos
Agua a temperatura fría o ambiente 180 ml
Cafetera (prensa de café francesa)
Para elaborar el café frío se puede usar cafetera o también filtro de café en caso de no contar con cafetera.
Por su parte, el café helado es la versión fría de tu café favorito. Pero, a diferencia del café clásico, al café helado se le añade hielo.
Los pasos para preparar un café helado son muy sencillos, tomá nota: Preparar un shot de café espresso y verter sobre un vaso con hielo. Agregar leche endulzada, ¡y a disfrutar!
Para ambos casos, te recomendamos los cafés espresso de calidad premium de la marca Lavazza, que se caracterizan por presentar sabores fuertes y gusto prolongado.