Cultura del café
¿Sabías que el Café Turco se Prepara en la Arena? Te Contamos más Detalles
El café puede ser mucho más que una bebida: también es un ritual, una tradición y una forma de entender la vida. Uno de los ejemplos más fascinantes de esto es el café turco, una preparación ancestral que sobrevivió al paso de los siglos y que sigue cautivando por su sabor intenso, su textura única y su sorprendente método de cocción: ¡en la arena caliente!
En Somos El Café, te invitamos a descubrir cómo se prepara esta joya del mundo cafetero, qué la hace tan especial y cómo podés replicarla en tu casa o negocio con opciones de café de calidad como Lavazza.
El origen del café turco: Una tradición con más de 500 años
El café turco es una de las formas más antiguas de preparar café en el mundo. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando el Imperio Otomano introdujo el café en Estambul. Desde entonces, esta forma de preparación no solo se mantuvo vigente, sino que se convirtió en parte esencial de la vida social, cultural y espiritual del pueblo turco y de muchas regiones vecinas.
Con el tiempo, el café turco se expandió a países como Grecia, Armenia e Irán adoptando variaciones locales, pero conservando siempre su esencia: una bebida concentrada, aromática, sin filtrar y servida en pequeñas tazas, perfecta para disfrutar con calma.
¿Qué hace único al café turco?
A diferencia de otras formas de preparación como el espresso o la prensa francesa, el café turco se elabora con café muy molido, casi como polvo, sin utilizar filtros ni métodos de presión. Su particularidad radica en tres elementos clave:
El molido ultra fino: Es más fino que el del espresso, lo que permite que el café se disuelva en gran parte durante la cocción, generando una textura densa y aterciopelada.
La cocción lenta: Se realiza a fuego bajo, tradicionalmente sobre arena caliente, lo que permite un control preciso del calor y una extracción uniforme.
El poso que se asienta: El café no se filtra, por lo que al servirlo, una parte de los granos molidos permanece en el fondo de la taza. Este sedimento, lejos de ser una molestia, forma parte de la experiencia sensorial del café turco.
El arte de preparar café en la arena
Uno de los aspectos más llamativos del café turco es su método de cocción: se prepara en una cafetera especial llamada cezve (o ibrik), colocada sobre una bandeja con arena caliente. Este método permite un calentamiento gradual y uniforme, generando una espuma característica en la superficie del café.
Paso a paso: cómo se prepara el café turco
Para preparar un auténtico café turco necesitás los siguientes elementos:
Una cezve (ibrik), preferiblemente de cobre
Café molido muy fino (tipo turco)
Agua fría
Azúcar (opcional, se agrega durante la preparación)
Una fuente de calor con arena caliente o, en su defecto, fuego bajo
Y este es el proceso:
Medí el agua: Se utiliza una taza pequeña de agua por persona. Vertela en la cezve.
Agregá el café: Por cada taza, una cucharadita colmada de café molido fino.
Añadí azúcar si querés: Tradicionalmente, se prepara dulce, medio o sin azúcar. Si elegís agregar, hacelo ahora (nunca después).
Mezclá bien: Revolvé hasta disolver el café y el azúcar en el agua.
Llevá al fuego (o a la arena caliente): Colocá la cezve sobre la arena o a fuego bajo. No revolvés más.
Esperá la espuma: Cuando la espuma sube y empieza a burbujear (antes de que hierva), retirala del fuego. Serví una parte de la espuma en cada taza.
Volvé a calentar: Repetí el proceso una o dos veces más para aumentar la espuma.
Serví con calma: Verté el resto del café lentamente en las tazas, sin agitar los posos del fondo.
Se suele acompañar con un vaso de agua (para limpiar el paladar antes de probarlo) y algún dulce, como lokum (delicia turca).
¿Qué café usar para prepararlo? Las opciones de Lavazza
Para lograr un buen café turco, necesitás un café de calidad, con un molido muy fino y un tueste que realce los sabores intensos. En ese sentido, Lavazza ofrece varias variedades que podés adaptar a esta preparación, dependiendo de tus gustos y el método que uses en casa o en tu cafetería.
Lavazza Qualità Oro
Un blend 100% arábica, con notas florales y frutales, suave pero con carácter. Ideal si buscás un perfil elegante y aromático para tu café turco. Al molerlo finamente, permite una extracción rica y uniforme.
Lavazza Espresso Maestro Intenso
El producto Lavazza Maestro Intenso es elaborado en Italia, estas cápsulas de aluminio combinan Arábica y Robusta de América Central y del Sur, y Asia. Con un tueste medio y notas de madera, especias, cacao y frutos secos, ofrecen un sabor intenso y un cuerpo pleno. Perfectas para quienes buscan un café fuerte y robusto, incluso si no tenés cezve o preferís una preparación más práctica.
Lavazza Espresso Maestro Lungo
También elaboradas en Italia, el Lavazza Espresso Maestro Lungo contiene café 100% Arábica de América Central y del Sur, Sudeste Asiático y África. Con un tueste ligero y un perfil aromático de frutas y flores, ofrecen un sabor dulce y delicado con un color dorado en la taza. Una excelente opción si preferís un café más suave, sin renunciar a la calidad.
Tip: Si usás cápsulas, podés experimentar con los sabores y luego intentar moler una versión similar en grano fino para acercarte a la preparación tradicional.
Consejos para una experiencia completa
Además del café en sí, hay pequeños detalles que hacen del café turco una experiencia completa:
Servilo en tazas pequeñas: Tipo demitasse (media taza) o con diseños tradicionales.
No lo mezcles al beber: Evitá revolver para no alterar los pozos.
Disfrutalo con tiempo: Es una bebida para tomar con calma, en silencio o en buena compañía.
Café turco en el mundo actual
Aunque el café turco es una tradición ancestral, sigue teniendo vigencia en la actualidad. Se puede disfrutar en cafés especializados, ferias internacionales, hoteles boutique o incluso en casa, con los utensilios adecuados.
Hoy más que nunca, el mundo del café valora las preparaciones lentas, auténticas y con sentido. Y el café turco encaja a la perfección en esta tendencia: no solo ofrece un sabor potente, sino también una conexión con la historia, la cultura y la hospitalidad.
Una taza de historia que sigue viva
El café turco no es solo una forma de tomar café: es una forma de estar en el mundo. Su preparación sobre arena caliente, su espuma intensa, su presentación elegante y su legado cultural lo convierten en una joya del patrimonio gastronómico. Si todavía no lo probaste, este es el momento ideal para sumarte a una tradición que atravesó siglos sin perder su esencia.
En Somos El Café celebramos estas historias que nos conectan con lo más profundo del ritual cafetero. Porque detrás de cada taza, hay mucho más que sabor.
