¿EL CAFÉ TIENE CALORÍAS?

El café es una infusión que no contiene cantidad significativa de calorías, pero hay que considerar factores relacionados al hábito de beber café que pueden modificar su composición nutricional y alterar su valor energético. Antes de hablar sobre el café y su contenido en energía, es importante comprender de qué hablamos cuando hacemos mención a la palabra “calorías”.

La caloría es una unidad de energía. Los alimentos y algunas bebidas tienen calorías en su composición y, es a partir de ellos que el cuerpo humano obtiene energía fundamental para realizar todas sus funciones fisiológicas. La cantidad de calorías que tiene un alimento industrializado se puede visualizar en el dorso del paquete. Están expresados en kilocalorías, por lo que 1 Kilocaloría (Kcal) equivale a 1000 calorías (cal).

Entonces, el problema no gira en torno a las calorías (porque como se mencionó previamente el organismo necesita energía), sino en torno a la cantidad de calorías ingeridas y el origen de las mismas.

¿Todos los alimentos tienen calorías?

La gran mayoría de los alimentos y productos alimentarios contienen calorías, sin embargo, una de las excepciones es el agua potable.

Existen muchos alimentos que tienen menos respecto a otros ya sea por su naturaleza o porque fueron modificados industrialmente para que presenten menos que su versión original.

¿Qué ocurre con las infusiones, más precisamente el café?

El café tiene escaso a nulo aporte energético, no obstante, existen factores relacionados a la práctica de elaborar café que pueden incrementar el contenido en energía como, por ejemplo:

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  Tipo y cantidad de endulzante agregado: La adición de una sustancia endulzante incrementará el aporte calórico de la infusión, por ende, si optás por algún edulcorante calórico (azúcar, miel o cualquier otro edulcorante calórico) que sea con moderación.

  
  


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  Otros ingredientes calóricos añadidos al café: Si, por ejemplo, adicionás leche, crema, chocolate o cualquier otro ingrediente a la infusión obviamente que la composición será distinta a la de la infusión original.

  
  

Otra consideración importante es la lectura del rótulo nutricional del café, ubicado en el dorso del packaging. Por ejemplo, el café tostado es un producto natural sin el grado de procesamiento que sí posee el café torrado. Además, no contiene azúcar en su composición. 

También hoy día existen en el mercado diferentes cafés solubles con sabores distintos que poseen azúcar, JMAF y otros aditivos calóricos. Por lo mencionado, resulta fundamental prestar atención a la información que brinda la empresa que lo elabora.