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Cultura del café

Cómo es un café de lágrima?

Este distinguido café es más conocido como “lágrima”, es así como podemos pedirlo en cualquier bar o confitería de nuestra ciudad.



¿Cómo se prepara un café de lágrima?



Este café es una de las tantas variantes del cortado. La forma más tradicional de preparación es un espresso corto y liviano ocupando 1/3 de la taza y el resto leche caliente y espuma. 



Esta costumbre se popularizó en los bares de Buenos Aires por preparar café torrado de baja calidad, el cual tenía un sabor amargo y casi siempre quemado. La dulzura y espuma de la leche es lo que aplaca lo fuerte de la base del café lágrima.



Características del café de lágrima



Generalmente se utiliza el jarrito tipo americano para servirlo. Actualmente las cafeterías tradicionales les están cediendo el paso a los cafés de especialidad, donde la calidad de los granos y los tipos de tostado predominan y resaltan los sabores del café. Dejando de lado la usanza de cortarlo con la leche. Es difícil cambiar esta costumbre arraigada desde hace tantos años en la ciudad, pero esta nueva ola de la cultura del café nos está enseñando cómo disfrutar de esta bebida milenaria.



¿Quién sirve el café de lágrima?



Es fundamental el papel del barista para aconsejar a la gente que tipo de bebida consumir. En los cafés tradicionales quien preparaba el café era el mozo del lugar, el bachero o lavaplatos, ahora con esta gran movida hay un profesional (Barista) que tiene la obligación de servir un café de lágrima de calidad sin tener que esconderlo en la abundancia y espuma de la leche.



Siendo los cafés de tradición internacional con buena calidad podemos elegir una intensidad y sabor que se adapte a cada paladar, en este caso, el café de lágrima es elegido para momentos en los que es deseable la dulzura de la leche.


Cómo es un café de lágrima?
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